José María Velasco Ibarra

¿Queréis revolución? ¡Hacedla primero en vuestros corazones y en vuestras almas!

José María Velasco Ibarra fue la figura más carismática de la política ecuatoriana en el siglo XX. Su fulgurante carrera política inició como articulista de opinión en Diario El Comercio, de donde pasó al Congreso Nacional. Protagonizó el juicio político al único presidente de la República que ha sido destituido de su cargo: Juan de Dios Martínez Mera. Cómo sería de impresionante su verbo que convenció a todas las facciones políticas de que Martínez tenía que irse y que el propio Velasco debía reemplazarlo.

Y ahí estuvo la primera de sus administraciones. Luego llegarían otras cinco. Seis en total, entonces, si consideramos una administración que, en derecho fue dos: luego de la ‘gloriosa’ revolución que expulsó a Arroyo del Río Velasco fue encargado del poder, ordenó instalar una Constituyente (la enésima a esa época) y se expidió una constitución muy progresista en 1944. Los expertos afirman que ha sido la mejor de las constituciones escritas en Ecuador.

Duró un año.

En 1945, Velasco se declara dictador y ordena otra constituyente, que expidió la constitución de 1945 (obviamente) y ésta duró mucho más tiempo. Primero se fue Velasco antes que la constitución. Velasco hizo, entonces, un período en 1944 y otro en 1945.

Seis veces mandatario. Más de una constitución rota y más de una constituyente convocada. Gracias a Velasco disputamos con Bolivia el puesto de país con más cartas políticas.

Si bien lo apresurado de su forma de gobernar puede ser criticado, quien haya osado anunciar a una masa que la revolución se hace dentro de cada uno, merece un puesto en la historia. Su nivel de honestidad también caló hondo entre los ecuatorianos.

Hoy, cuando casi todos sus votantes y fans superan los cuarenta años, Velasco aún convoca y su filosofía se ha vuelto referente de toda la clase política en Ecuador.

Se puede votar por Velasco Ibarra para El Mejor Ecuatoriano con un mensaje al 3939.