Wednesday, November 9, 2005
Jefferson Pérez
No tuvo una educación privada (que, según muchos, es sinónimo de educación privilegiada), ni tuvo un padre toda la vida. No tuvo mucho dinero pero sí mucho empeño para salir adelante. Trotando.
Jefferson Pérez es el prototipo del self-made man. Por eso su imagen es ‘vendible’, desde bondadosos genéricos hasta bancos que cobran hasta por respirar en sus agencias. Pero así es la vida. Al menos en el capitalismo.
Si el hecho de ser el único de los diez candidatos que aún está vivo no es suficiente, vale notar que también es el único que nunca participó en política. Su idea de liderazgo no pasa por buscar una curul o dar empleo a los parientes: el objetivo de su carrera (profesional) es impulsar a los ecuatorianos a que creamos en nosotros mismos y que aceptemos nuestras circunstancias y las aprovechemos para surgir.
Un Jefferson Pérez en cada escuela y el país está salvado.
Quienes quieren apoyar al marchista cuencano para El Mejor Ecuatoriano, pueden hacerlo por mensajes al 3939 o por internet en esta dirección.
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