La anunciada nulidad de los juicios de Abdalá Bucaram es el ansiado objetivo de la CSJ de facto, un observador agudo incluso piensa que el retorno se viene cocinando desde que Lucio llegó a segunda vuelta (por ello lo del apoyo roldosista al ahora dictador).
Hay que reconocer que Bucaram tuvo un manejo exitoso de los tiempos: el partido de la Selección restó protagonismo a la crisis institucional y, de coincidencia, la atención del mundo estuvo pendiente de extremas-unciones en Florida y en Roma.
No creo que hay razones para asustarse por los hechos recientes:
• Abdalá viene anunciando su retorno desde el mismo día en que salió del país con los costales. Muchas veces dio hasta fecha y total, naranjas agrias.
• La Fiscal ya intenta desvanecer esas supuestas anulaciones de juicios.
• Los abogados de Abdalá ya intentaron conseguir la nulidad y la Sala de lo Penal de la CSJ anterior ya les dijo que no: el presidente de la CSJ, suponiendo que fuera este Pichi-Castro, es de inferior jerarquía que la Sala y no la puede contradecir.
• El llamado Pichi Castro no es juez: sólo ocupa un escritorio del edificio de la CSJ: algún día, tarde o temprano, alguien ordenará su salida y el regreso a la a normalidad anterior.
• Suponiendo que vuelva, es posible que algún militar rebelde decida ignorar la pichi-nulidad y guarde al exiliado en un cuartel.
• Tal vez ese mismo militar rebelde convenza a otros milicos y un par de indios y destituyan al edecán: quien a yerro mata, a yerro muere.
• Por último, si vuelve, no volverá a ganar: la cantaleta bucaramista de que nadie le gana es una ficción.
De todos modos, ver para creer: ya hay vallas publicitarias anunciando el retorno. Si el Prian se disgusta por el helicóptero más esperado en el país, los días del edecán en Carondelet podrían estar contados…
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