Sobre la deuda, El Comercio reveló que Cordovez se endeudó con el Banco Guayaquil hace años y se negaba a pagar. Una deuda de menos de $40.000 era a nombre propio y la otra, de $120.000, era de su hijo pero el veterano forajido hizo de fiador en ese crédito.
Hasta hace poco, Cordovez había pagado parte de las deudas pero seguía debiendo un buen tramo, a tal punto que su calificación de riesgo era E en la Superintendencia de Bancos.
En seguida, varios medios indagaron sobre las dichosas deudas y hasta la tarde del viernes, la cantidad de versiones diferentes sobre el tema no aclaran si Cordovez ha pagado o no toda la deuda. Muchas de esas versiones venían del propio despacho del ministro.
En el mismo reportaje, El Comercio cuestionó si es cierto lo que dijo Cordovez al ser posesionado, sobre su inexperiencia en petróleos. La reseña del matutino dice:
“En 1957, cuando Cordovez era ministro del Tesoro, en el Gobierno de Camilo Ponce, participó en la concesión a la petrolera estadounidense Leonard de 400 000 hectáreas de terreno para explotación de crudo, con exoneración de impuestos fiscales y municipales por 20 años. El 10 de junio de 1968, el Gobierno declaró caducada esta concesión, en vista del total incumplimiento del contrato”
Luego, resulta que el asesor coronel Jorge Brito también tiene un problema de deudas. Eso llevó a indagar sobre la declaración patrimonial de los nuevos ministros. Muchos, incluido Cordovez, no han presentado la declaración jurada.
Antes del 20 de abril, Lucio se refirió a sus opositores como forajidos, pero antes, el 16 de febrero, los llamó ’sepulcros blanqueados’. Pareciera que el forajido ministro de energía tiene más de un esqueleto en el clóset.
Pero en realidad los medios también tienen secretos escondidos. Desde que inició el gobierno, El Comercio ha criticado la cercanía de la ADN (Asamblea Democrática Nacional) y de su grupo originados, Ciudadanos por la Democracia. El periódico ha tachado a ambas organizaciones como de extrema derecha y caóticos. Incluso puso una caricatura donde el doctor Paracio creía estar diagnosticando al Ecuador, pero las manos de la ADN desviaban el estetoscopio hacia sí misma: el presidente engañado por la ADN.
Han llegado a cuestionar el nombramiento de Cordovez y de otros ministros, porque la ley obliga a que todo funcionario público realizara su declaración de bienes ANTES de asumir un cargo público. En realidad, todos somos testigos de que el gobierno se armó a saltos y a brincos. La misma cartera de Energía fue ofrecida a otro abuelito forajido (el general José Gallardo). Muchos de los ahora ministros aceptaron su cargo a pocas horas de instalado el nuevo gobierno, es más, de lo que puedo imaginar, Alfredo Palacio tampoco hizo ninguna declaración jurada antes de arriesgar su vida en Ciespal (sí, la Presidencia de la República es un cargo público). Como no podía faltar, los micrófonos se pusieron en alguien con ganas de criticar: Ramiro Rivera dijo lo que algunos periodistas querían escuchar, que esos nombramientos serían nulos (¿también el de Palacio? => habría que traer a Lucio de regreso…). Ser deudor moroso no es algo bueno, pero el castigo de eso es tener una alerta bancaria, ser calificado como deudor E. Nadie puede ser castigado dos veces por un mismo hecho. No creo que ahora deba comenzarse una cacería de brujas, que ya se van poniendo de moda, por cierto.
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