2 notas sobre el paro

1. No hay televisión nacional

Ecuador vivió cuatro días de cierre de carreteras, al menos hasta ahora. Aunque hubo protestas en Quito, no se detuvo la capital, como sí ocurrió en Ambato el martes y en Latacunga los tres primeros días de esta semana. El paro fue más rural y provincial. Incluso es posible que en grandes ciudades como Guayaquil el paro sólo se haya sentido por la subida de precios en los mercados…

… y por las noticias.

En todos los canales hubo reportajes desde los puntos neurálgicos del paro, entendible resulta que se presenten mapas electrónicos para mostrar los puntos bloqueados, pero los 20 segundos de resumen de bloqueos provinciales palidecen ante la extensión de los reportes por la subida del precio en los mercados: una noticia para ciudades grandes no bloqueadas.

Pero cuando Ecuavisa pone a sus presentadores estelares en un cuarto con pantallas denominado ‘Sala de satélite’ ya estamos en una demostración clara de que la para la televisión de Quito y Guayaquil, enviar periodistas a las provincias es como enviarlos a Afganistán o algún sitio remoto. Para los grandes canales, las provincias no existen, sino como escenario de eventos puntuales y graves, como el paro.

Otro ejemplo. En el último paro amazónico, Jorge Ortiz tachó a los manifestantes como ‘primitivos’ y desdeñó la importancia de sus reclamos. Para él, es como que sólo en Quito hubiera señal de Teleamazonas Tv.
Los manifestantes del oriente se tomaron la ofensa en serio y protestaron también por ello en el paro.



Esta foto salió en primera plana de Diario Hoy. Manifestantes sostienen carteles que dicen:

“Jorge Ortiz (Teleamazonas): Todos somos primitivos!”.

¿Es paradójico que el canal con nombre amazónico maltrate a sus televidentes amazónicos? Es más bien la demostración de que su estrategia es buscar la audiencia de Quito sin preocuparse de la del resto del país.

2. Cría cuervos…

El presidente se quejó por los paros y las exigencias de dinero AHORA.



ANTES, La primera ley económica que consiguió aprobar Palacio como presidente fue la que eliminó el FEIREP, creando la ilusión de que a partir de entonces habría recursos petroleros suficientes como para que todos los alcaldes hagan maravillas con la plata. Y obras, algunos alcaldes honrados.

Yo me pregunto, Si el presidente se disfraza de piñata, ¿por qué se sorprende que los entes seccionales le den de palos?