Qué feliz coincidencia que Oxy decida celebrar sus 20 años de operaciones en el país justo cuando se sigue un trámite administrativo por violaciones al contrato con Petroecuador. Y la celebración es por todos los medios: canales nacionales, diarios, email, y una gran cantidad de radios, incluyendo las comunitarias en sectores cercanos al Bloque que la petrolera americana opera.
El primer objetivo de la campaña es convencer a los ecuatorianos que Occidental Exploration and Production Compay es tan generosa y solidaria que sería incapaz de incumplir su contrato, y menos si eso implica dejar de pagar más de un cuarto de millón para transferir parte de su bloque. El mismo niño que salvó ‘de una enfermedad que la ciencia ya logró dominar’ es considerado un instrumento para provocar ternura frente a una empresa que exigió más de 200 millones de dólares en un arbitraje internacional, que le concedió menos de 75 millones.
Un segundo objetivo es callar a una parte de la prensa. O encargarse de que la información sobre el expediente administrativo asome en notas diminutas. Hay quienes sucumbirán fácilmente, otros no. Esa es una nueva prueba para el periodismo.
Hasta donde se conoce, en Petroecuador hay dos borradores del informe: uno determina la caducidad del contrato, el otro no. Habrá fuertes presiones económicas sobre el gobierno y sus funcionarios, pero el resultado es aún incierto.
¿Cancelarán las operaciones de Oxy, si quien nos gobierna es Miss Kristie?
Sunday, November 21, 2004
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