Quería evitar comentar sobre este tema a toda costa, por el conflicto de intereses que ustedes conocen. Pero el sorpresivo desenlace me obliga a retomar el tema la pelea entre magnates. (Si no saben del conflicto de intereses, espero que pregunten y adivinen en la caja de comentarios, digo, para abultarla un poco).
Resulta que La brutal pasión de dos banqueros terminó con besos y abrazos. Reconciliación bendecida por los altos mandos de la Iglesia Católica. Los dos canales, en nombre de los dos grupos económicos, acordaron un cese de hostilidades que incluyó frasecitas como “no influir en los órganos de administración de justicia” o “ajustarse a la ética periodística”. A quien le caiga el guante…
Se sabe que la Conferencia Episcopal sirvió de local para las reuniones de mediación entre emisarios de los hermanos Isaías y de Fidel Egas y Antonio Acosta. Cuando llegó el acuerdo entre los dueños, se comenzó a redactar el acuerdo entre los canales.
Sobre TC no vale la pena opinar, creo que mucha gente ya tiene una opinión sobre su línea editorial (que no equivale a decir línea periodística).
Sobre Teleamazonas, su comportamiento es decepcionante. Si asumimos que sus reportajes sobre Filanbanco fueron elaborados con seriedad periodística, no tiene sentido haber negociado con los Isaías. O hace dos semanas eran poco profesionales en sus investigaciones, o ahora han acordado callarse para evitarle problemas al Pichincha. Pero no puede ser que hayan actuado honestamente antes y después del acuerdo.
Una estimada amiga evaluaba el trabajo de Rafael Cuesta y su equipo de una manera muy pragmática: “Si todos tienen rabo de paja, no señales el ajeno” O atente a las consecuencias, agregaría yo. Esta es una decisión pragmática. Por ese camino se fue Teleamazonas. No tuvo suficiente valentía para dar la cara por su trabajo periodístico.
Los ex dueños de Filanbanco acosaron al Banco Pichincha y a Teleamazonas, minaron la confianza del primero y quisieron quitar la frecuencia al segundo. Sin esas herramientas esenciales ningún banco ni canal pueden funcionar. Teleamazonas ha bajado su nivel de crítica al gobierno. El grupo económico cedió por pragmatismo. La primera misión de un grupo económico es rendir utilidades, no quebrar. Mantener un periodismo serio y decente tiene menos prioridad.
Compárese la actitud de Teleamazonas versus la que tomaron Ecuavisa, Diario Hoy y El Comercio, cuando, cada uno a su tiempo, encaró un ataque panfletario de TC para defender a los Isaías. Ninguno se sentó a negociar. Si bien otros escándalos relegaron la cobertura del caso Filanbanco, no se callaron. Nada de acuerdos de ‘cese de hostilidades’. Un acuerdo de éste tipo entre Al Capone y el Washington Post sería impensable. Usted no se imagina a TVN estrechando manos con Pinochet para no cubrir las corruptelas del general. Ni siquiera al Daily Planet se le ocurriría pactar con Lex Luthor. Pero a Teleamazonas sí. Ya sé el fin de la novela: no les van a quitar la frecuencia, ya les quitaron la credibilidad. Suficiente.
Sunday, October 10, 2004
Machos pragmáticos, no valientes
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